lunes, 24 de enero de 2011

jueves, 20 de enero de 2011

¿Por qué sos así?, ¿por qué nunca pensaste en ‘nosotros’? Es que nunca tuve prioridad en tu vida. Nunca te importe. Pero si nunca te importé, ¿por qué no me lo dijiste desde un principio?, ¿por qué no me avisaste? Yo sabía que algún día ibas a marcharte, pero no así… Tampoco entiendo porque soy yo la que sigue tan atada a esta historia, la que no le quiere poner un punto final, pasar de página y comenzar otra historia. ¿No ves que ya hasta no me cuesta aceptarlo? Lo admito. Admito que te extraño, admito que te necesito. Pero el problema no es ese, el problema sos vos. El problema es que sos así, que no te puedo cambiar. Que no querés cambiar. Te importa mucho lo que piensen de vos, te importa mucho tu apariencia, tu reputación. Tu orgullo no te deja hacer las cosas que realmente querés hacer. Porque sé que en el fondo me extrañas, se que en el fondo te arrepentís de haberle puesto un final a nuestra historia. Porque no se acabó. No hay fin. Quedaron muchas cosas pendientes entre nosotros, y lo sabes mejor que nadie. Podes negar que me quisiste, que me queres, que todavía formo parte de tu vida. Que me recordás y te arrepentís. Nega lo que quieras, hace lo que quieras. Pero te pido un único favor: no me olvides.

domingo, 16 de enero de 2011

Lo amo a pesar de saber que no puedo amarlo, yo sé que hago bien si lo dejo y empiezo a olvidarlo. Él nunca me ha dado esperanzansas de atarse a mi vida, mas cuando me tiene en sus brazos me siento optimista; yo sé que me engaño comprando mentiras. Lo amo a pesar de saber que voy a perderlo y lucho con todo mi amor para retenerlo; el tiempo que paso a su lado lo paso flotando, mas cuando se pierde por dias lo odio llorando.. despues el regresa y yo vuelvo amarlo.
No puedo dejarlo, su cuerpo me tienta; me invita a besarlo. No puedo dejarlo, me asusta pensar vivir sin tocarlo. No puedo dejarlo, no existe otro hombre que me haga olvidarlo. Ya son muchos años, si buenos o malos, no puedo cambiarlos. Su amor me hace saño, quisiera dejarlo, me siento perdida. Lo amo.
Se que no hay FUTURO ni final feliz pero ÉL es mi mundo; es el hombre que me hace vivir!

sábado, 15 de enero de 2011

Si, te confieso que me siento mal. No, no me averguenza el confezarte que tu adiós me ha dejado un hueco en mi corazón. Yo siempre he sido honesta con mis sentimientos; te digo que al romper mi corazón, tu has sido el primero. Y no me da la gana de seguir FINGIENDO QUE SOY FUERTE, y no me da la gana de seguir pretendiendo que no me duele. Y no me da la gana de inventarme mil mentiras: que no me estoy muriendo dia a dia, la falta que me hace tu sonrisa.. y decias que me querias! Maldita sea, no me resigno a vivir la vida sin ti. Si, me doy cuenta que te sientes mal. No, no te molestes en consolarme, no trates de justificarte; de nada sirve tu perdón. Yo siempre he sido honesta con mis sentimientos, ahórrate tu lástima y no me repitas más "lo siento".
Tal vez en muchas ocasiones, cuando algo se termina, uno se queda con la sensación de que hay algo más por hacer, que quizás todavía nos quedan algunas cosas que salvar o rescatar. Añoramos tanto eso que vivimos que queremos que no concluya. Buscamos las mil formas, pensamos constantemente, creamos mil salidas hasta que por fin un día nos damos cuenta de que realmente esa etapa o esa relación o eso que deseamos.. se terminó. Y nos invade la sensación de DOLOR, ese dolor intenso que te llega al medio del alma, que nos pide a gritos al oído que des vuelta la página, que sigas con tu vida porque así no podes más. Hacemos nuestro duelo; ese período en el que no encontrás el rumbo de tu vida, te sentís perdida, sin salida, en lo único que podes pensar es en lo que podrías haber hecho y no hiciste para retener ese pasado. Y nos invaden las culpas, pensando, podría haber sido diferente si no hubiese hecho esto. Pero, ¿de qué nos sirve la culpa? El pasado no se puede cambiar, lo hecho, hecho está y no hay nada más que hacer, más que tratar de no hacerlo una próxima vez. Y así es como cerramos un capítulo más de nuestra historia, cerramos la puerta de una memoria y nos aferramos a la idea de que otra posibilidad u otra oportunidad se abrirá para nosotros.

Señales, casualidades, altibajos y errores redundantes; de eso se trataba todo: guiños del destino. Capaz si guardábamos la carta más alta para el final, todo hubiese sido diferente (no se si mejor, pero diferente seguro). Coincidencias. Me gustaba la idea de que la vida nos sorprenda con cada situación, con cada encuentro y con cada movimiento. Equivocaciones. Sin ellas lo nuestro hubiese sido aburrido, me parecía entretenido jugar a saltar los obstáculos con vos. Y saber que yo era la que tenia que saltarlos mientras vos pasabas por al lado. No era un dato irrelevante, al contrario, creo que fue la peor jugada que podrías haber hecho. Carta quemada. Ahora sí se podría decir que vas ganando la partida: un perdón quemado, un beso no querido y un te quiero que me olvide de cantar. Te pediría una revancha, pero ya no se si hay ganas de jugar. Con el solo hecho de pensar que soy yo la que te la tengo que pedir, me dan ganas de irme al mazo en la primera ronda ¿Estoy carteándome todas estas cartas para tener que guardarlas otra vez? Creo que es hora de tirar lo mejor que tengo y dejar que nuestra suerte la maneje el destino. Ya cantaste valecuatro, y no tengo muy buenas cartas.

Sus mentiras están sangrando a través de sus dientes,
y sus brazos siguen siendo los únicos que me sostienen.
S
us promesas nunca realmente significaron una cosa, p
ero fluyeron de sus labios
tan fácilmente...



Es
tas lejos de mí.

Debo guardar todas las lágrimas y esperar que llegue la noche para poder soltarlas y mojar la almohada. No teniendo a nadie ni a nada que me sirva de consuelo, ni que me pueda explicar porqué ocurren estas cosas, ni que pueda responder a mis preguntas y ni siquiera a nadie que tan sólo seque las lágrimas de mi cara. Pero al rato todo queda olvidado y el sueño se apodera de mí. Al otro día hay que volver a dibujar esa gran sonrisa en la cara y dejar las lágrimas en la almohada.
A veces no queremos abrir los ojos. Y eso es lo que en verdad da miedo: los cambios. Uno a veces cierra los ojos como si así fueran a desaparecer los problemas. Como si muerto el cartero, fueran a desaparecer las cartas. Uno se hace el superado como si el dolor que siente no existiera. Uno detesta y ama a esa persona o a ese espejo que te canta las cuarenta; uno detesta y ama a quien ABRE TUS OJOS. Abrir los ojos es agridulce. Por un lado, como que se pierde la magia, pero por el otro... se sale del engaño. A veces lo que tenemos que ver es tan horrible, que preferimos hacer la vista gorda y vivir en una cajita de cristal. Y otras veces la burbuja se pincha, y no queda otra que abrir los ojos y mirar lo que no queremos ver. El corazón se nos estruja y nos quedamos sin aire, ahogados.
DUELE abrir los ojos. Es como salir de la oscuridad, que la luz te enceguece. Ojos que no ven, corazón que no siente. “Mejor mirar para otro lado”, dicen. Meter la cabeza en la tierra como hace el avestruz. Pero para que algo cambie hay que romper la burbuja, hay que salir de la cajita de cristal. Abrir los ojos y animarse a ver, aunque lo que haya para ver nos estruje el corazón.

¿Es un capricho? ¿Es una necesidad? ¿Es constancia? ¿Es lealtad? ¿Es tenacidad? ¿Es terquedad? ¿Es intransigencia? ¿Es obstinación? ¿Cómo se llama eso que sentimos y que no se va ni con el tiempo? ¿Es amor? ¿Es una manía? ¿Es ceguera? ¿Qué es? ¿O es obsesión?
Es muy fácil confundir amor con obsesión, pero no son lo mismo. El amor está en todo el cuerpo, la obsesión solo está en tu cabeza. Te encierra en tu burbuja, te aísla, te adormece.
Cuando no hay amor aparece la obsesión, para aturdirnos, para hacernos creer que sentimos algo cuando en realidad no sentimos nada, porque estamos vacíos, vacíos de amor.
El amor saca lo mejor de uno, y la obsesión lo peor.
A veces podemos parecer valientes, arriesgados, y en realidad lo que nos empuja es estar ciegos, obsesionados.
Por la obsesión se puede hacer cualquier cosa, se puede lastimar tanto
Porque la obsesión al fin y al cabo es un medio para llegar a ningún lado, o para llegar demasiado lejos.
Trampas en nuestra cabeza, y ahí vamos inocentes entregando nuestro cuerpo, creyendo que ese camino nos llevará hacia el amor justificando los medios por ese fin. Y en nombre del amor, matamos al amor.Por eso las obsesiones son tan peligrosas, porque es un lugar del que nunca se vuelve.

viernes, 14 de enero de 2011

Pongo una a una las imágenes en mi cabeza intentando recordar todo sobre ti. Empiezo recordando tu aroma, cierro los ojos e imagino que estoy entre tus brazos. Me sumergo más y más en tu esencia olvidando por un momento lo sola que estoy..

Imagino tus ojos tan llenos de alegría, tu sonrisa se va desdibujando, pero tus labios... el sabor de ellos continúan en mi. Que raro es... pero cuando la persona no esta es ahí cuando nos damos cuenta lo inútil que es atesorar todo los recuerdos. Por que por mas intento que hagamos jamás traen de vuelta a quien queremos, son un placebo, una manera que utilizamos para aferrarnos a algo y jamás dejarlo ir.

Es así como vivo día a día, aferrandome a tu recuerdo: Cerrando mis ojos cuando alguien tiene tu mismo perfume, repetir una y otra vez en mi mente viejas conversaciones, reirme de los mismos chistes que hacías, dejar que el viento roce mis labios imaginando tu respiración sobre ellos. Nada me complace. Nada me llena. Pero es mi única manera de tenerte presente y conmigo aquí...

No tengo bronca. No estoy enojada. No te olvidé. Pero cuando se ama tanto, cuando se tienen tantas expectativas sobre otra persona, cuando uno pone tantas esperanzas en una relación, cuando uno se juega la vida por lo que quiere y sale mal, DUELE. Tenés que ser muy cuidadosa con las palabras que elegís, porque por Dios que lastiman, y cómo me lastimaron. No sé si mi fichas estaban bien puestas en vos, no sé si esperé más de vos de lo que me podías dar, no sé si me cegué y no vi lo que en realidad sentías, no sé cual es la verdad, en realidad no sé si quiero saberla. Es como si toda tu vida creyeras fervientemente en que el mundo es negro, y un golpe seco te lo haga ver gris,
¿Cómo reaccionarías?

miércoles, 12 de enero de 2011

Ni pienses que voy a pelear por él. Ni sueñes que voy a luchar por él, yo te lo regalo. Llévatelo lejos, él es mala suerte y yo no lo quiero. Mi mayor venganza será que te quedes con él. Mi mayor venganza será, que al pasar de los años tú descubras su engaño, y como un alma en pena vivas al fin moribunda de amor. Moribunda de amor mientras yo me río. Y ya no me quejo pues ahora soy libre, tú me has liberado de la falsedad. Juega con el fuego, ahora es todo tuyo. Mas nunca te olvides que el que juega con fuego, se puede quemar.

*Hacer algo por alguien es arriesgarse a involucrarse.
*Mostrar sentimientos es arriesgarse a mostrar tu verdadero yo.
*Exponer tus ideas y tus sueños, es arriesgarse a perderlos.
*Reír es arriesgarse a parecer un tonto.
*Llorar, es arriesgarse a parecer un sentimental.
*Amar es arriesgarse a no ser Correspondido.
*Vivir, es arriesgarse a Morir.
*Esperar, es arriesgarse a la desesperanza.
*Lanzarte es arriesgarte a fallar.
Pero los riesgos deben ser tomados, porque el peligro mas grande en la Vida es NO ARRIESGARSE.
La persona que No Arriesga no hace, no tiene, no pretende, no anhela...
Se pueden evitar sufrimientos y preocupaciones, placeres y Alegrías, pero te estarías perdiendo de aprender, sentir, cambiar, crecer, Amar y Vivir...
Solo una persona que se arriesga es Libre, ¿te arriesgarías a correr Riesgos?