martes, 25 de agosto de 2009

"La felicidad está en el camino y no en el destino", me dijo un fiel amigo cuando mi mundo se hundió en lo profundo, como en arenas movedizas. Busco la luz en un mar de oscuridad que se desliza por un folio, por un folio que no se acaba. Quiero volver a abrir puertas que pa’ mi siguen cerradas. Sigo andando parado camino contra la pared y nunca avanzo el reloj se rompió, jamás calmé mi sed. Éste es mi edén de tristeza, escucho gritar al silencio- Suena un eco en el vacío, siento frío, siento labios de tus labios, porque llegaste a ser lo que más me llegué a querer. Fuíste mi eden, mi bien, el fin, el hoy y el mañana el ayer.

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